El peronismo kirchnerista, la expresión de un pueblo

Un verdader movimiento nacional, surgido de las aspiraciones más profundas de nuestro pueblo, eso es el kirchnerismo. Un anhelo de dignidad materializado por una obra de gobierno revolucionaria, que  afirma nuestra identidad histórica de Nación, basada desde su origen en la búsqueda de la igualdad, en la protección del vulnerable, y en la defensa constante de nuestra autodeterminación, contra cualquier intromisión foránea.
Nuestro pueblo es así, un pueblo libre y orgulloso. En plena lucha contra el íbero sanguinario león, recuperamos la memoria del Inca, prohibimos la tortura, adoptamos un Sol como emblema, y dos manos entralazadas como escudo.
Es algo curioso, abandonando costumbres atávicas de 3 siglos, nuestro pueblo rechazó la monarquía de plano, ningún intento en ese sentido llegó a concretarse, porque era completamente repudiado.
Claro está, entre nosotros también había sectores que representaban lo contrario a lo anhelado por la mayoría, los oligarcas de siempre, los que nunca dudaron en plagarse a las potencias foráneas, los que hubieran querido nacer en Francia, Inglaterra o los Estados Unidos. Lamentablemente esta comunidad cipaya coincidía, y coincide con los más concentrado del poder económico, y en ocasiones varias llegaron a controlar el timón, pero siempre a espaldas de la mayoría, que resistió y terminó sepultando todas estas tristes experiencias.
Nuestros padres son los marginados, los injustamente perseguidos, los pobres, los negros, los "vagos y mal entretenidos", los rebeldes. Allí tenemos a Martín Fierro y Juan Moreira, al gauchito Gil o el gaucho Cubillos. Todos ellos surgidos de las entrañas más profundas de la sociedad, y sometidos a monstruosas injusticias.
El kirchnerismo encarna todo esto, reivindica la organización popular, reconoce a la militancia de base, castiga a los traidores y asesinos. Es continuidad de la tradición democrática e igualitaria, y consecuentemente, se enfrenta con los poderes que desde dentro, siempre actuaron en consonancia con los intereses foráneos.
Esta coherencia discursiva, rigurosamente acompañada por la praxis, es lo que hace al Modelo Nacional, al menos hoy por hoy, invencible. Podrán idear las maniobras más arteras, intentarán ensuciar todo lo conseguido. Ellos son poderosos, y conservan una capacidad de daño considerable (que lamentablemente puede ser ayudada por algunas falencias y desinteligencias internas, inevitables, pero que deberían ser reducidas a su mínima expresión, porque cada error se paga). Pero más allá de errores puntuales, y traiciones, la actual hora se presenta con una claridad de manual. De un lado está la Patria profunda y verdadera, el campo popular, los "negros", los "grasas", nosotros. Del otro está la oligarquía, el coloniaje, el desprecio contra el humilde, el odio profundo contra toda reivindicación popular.
En medio de esta nueva ofensiva mediática, pongo a disposición este blog, para responder a los ataques lanzados desde la trinchera enemiga.
Aquí vamos a tomar los discursos lanzados desde los aparatos propagandísticos de la reacción, y los vamos a hacer trizas, porque eso son. No tienen otra entidad que la defensa de añejos intereses.
Debemos enfrentar este último y duro tramo.
¡VENCEREMOS! ¡CRISTINA 2011!